Cardi reconociendo lo único sensato que hay en el mundo de las vespas |
José Javier García-Girón (Las Cumbres, Panamá,
1956) en su libro 5 Vidas en Vespa*, recogió
con curiosidad el testimonio de Nino Sacetti: “Una jornada en la que ruedo
perfecto y los horarios se cumplen es un día perdido”. Con estas palabras del
gran vespero toscano se podía definir la
VII Ruta Ontígola de vespas: Corral de
Almaguer.
Aunque por supuesto, nosotros en nuestra Revolución necesitamos más
letras para explicar la realidad a todos los que siguen nuestro blog y que tienen
la suerte de no participar en estos experimentos que el Vespeando Scooter Club hace
con humanos.
A las 10’30 en Ontígola, 5’30 horas en Santiago de Cuba, nos
presentamos en la plaza de la Constitución los miembros de MAVO, con la sorpresa
de que ya estaban todos los participantes formados, en silencio y mirando
atentamente a las órdenes de su general. El cielo alternaba nubarrones negros
como sotanas con rayos de sol plomizo. Las rachas de viento ofrecían aún más
dramatismo a la escena. Nadie sonreía, cada jinete, firme junto a su montura
con el casco bajo el brazo, recibía atento la arenga de José María, su líder y
tirano. Dejó muy claro que no era aquello una ruta de placer ¡Por Dios! ¡Íbamos
a invadir Corral de Almaguer! Y para ello había que cumplir los horarios
previstos.
10’30: Formación de ataque y recogida de alimentos para el asedio.
11’15: Paseo militar por Ontígola. Estandartes e himnos.
11’45: Llegada a Huerta de Valdecarábanos. Reagrupación de las filas
¡Joder, que fue así!
12… Y no sigo…, la programación exacta de la campaña la podéis leer aquí.
Al fin, un poco antes de la llegada a la Guardia, “afortunadamente”
alguien pinchó. Paramos en grupo durante 15 minutos ¡en un arcén! A treinta
metros de un bar del que nadie quiso darse cuenta. El MAVO no encontró apoyos.
Los hombres más inteligentes, que todos sabemos que son los artistas y los
piragüistas, nos abandonaron con pretextos ni siquiera rebuscados. Aquello no
fue una deserción, fue necesidad, los perdonamos: ni Napoleón encontró tanta
tierra quemada al invadir Rusia. Los del MAVO seguimos por la obligación que
comprometimos con la Causa de narrar el engendro en el que se habían metido los
del VSC.
Más tierra quemada. Aire de la Estepa del sudoeste, cabezas agachadas
sobre los manillares y una triste canción cantada como un murmullo que nos
hacía recordar a nuestras madres, mujeres e hijos. No podíamos prometerles que
volveríamos. Una lagrimita sobre el cuentakilómetros. Por fin, cuando casi todo
estaba perdido, como en un sueño, Lillo. Por fin, Corral de Almaguer.
No hubo ni asedio, ni batalla ni intrigas. Llegamos sobre el horario
previsto. Se rindieron. Nos entregaron sus murallas, nos pusieron sus guías y
nos llevaron a la fábrica de quesos, argucia de los buenos mercaderes de Al-maguer.
Nos dieron una vueltecita por la maquinaria y rápidamente, como en los zocos, nos
pasaron a la tienda. “No pasa nada, solo mirar, no comprar”. Trozos de queso
para la carreta del Cardi, quien no había malgastado su tiempo y talento y
había compartido su sabiduría de alquimista con el maestro quesero para mejorar
el producto de aquí en adelante, adaptando el gusto del queso al paladar de los
vencedores.
Con los deberes hechos, y los horarios cumplidos a rajatabla, el líder
dijo aquello: “Tenéis una hora libre para saquear, a las tres en el autobús,
perdón, a las vespas”.
A las 14’10 minutos del 28 de septiembre de 2013, día de San Simón de
Rojas, la VII Campaña Ontígola de vespas tomó
su primer botellín. No es broma. Todos miramos el reloj por curiosidad. Todos
nos acordaremos. El escriba lo recogió en su crónica para constancia de nuestros
hijos e hijos de nuestros hijos.
Comimos con la primera dama de la fortaleza y con su cronista quien
nos amenizó la mesa con hechos, actos y fechas de la noble villa. ¿Sabíais que
en el siglo XIV le fue concedido el privilegio de dos ferias al año por Alfonso
XI, una en san Andrés y otra en san Felipe? ¿A que no? Pues los que estuvimos
en el lateral de la foto del Mono Burgos, aprendimos muchas cosas más.
Regresamos a casa a toda leche. Ni gasolineras, ni el Sudoeste, ni siquiera
el lujo de un pinchazo.
El concierto de Fuera Clemen empezaba a las 19’00 y llegamos antes que
los juglares. Impresionante. Qué imagen castrense dimos en todo momento. Qué
seriedad. ¡Qué vergüenza!
Y poco más con lo que quiera ensañarme. Prometí al Piri que no lo
haría con la crítica de su concierto y no lo haré, salvo recriminarle que la
primera vez que tocaron el tema con el saxo de Andrés le apagaron el micro ¡Qué
cabrones! Y la verdad es que no estuvo mal (la segunda, por supuesto). Suena
bastante correcto el saxo que su abuelo compró a Charlie Parker. No obstante
todos los instrumentos de Fuera Clemen se podrán adquirir el lunes en el Cash
Converters de Fuenlabrada. Ha dicho Paco que si el lunes se levanta con ganas
los comprará para poder formar la esperada Comandante Garcea´s Ensamble Blues
Band. Donde recogeremos temas de Tito Puente, Alberto Cortez, Goran Bregovic y,
sobre todo, del camarada Frank Delgado.
Por cierto, una última cosa. Esta sí es positiva y no hay que quitar
ningún mérito a la organización: La ermita de la Virgen de la Muela es una
verdadera joya, uno de los sitios más entrañables que hemos visitado con las
vespas. Un lugar especial. Místico. Un verdadero acierto.
Sé que han quedado algunos el jueves en casa de Cardi, se llevarán un
par de litronas por cabeza. El menú me he enterado que es macarrones con
lentejas, arroz, harina y fideos finos. No hay postre.
*GARCÍA-GIRÓN, José Javier
5 vidas en Vespa
Ediciones Carpio,
Colección Fundamentos
Barcelona, 1991
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