El colmo de la sinvergonzonería o ¿Cariño, qué tal te quedaba el chándal? (7º Concurso de pinchos VSC)
Decía, y con mucho acierto, el escritor Andreu
Martín que las historias había que inventarlas porque si se escribieran los
sucesos reales nadie se los creería. Aquello de que la verdad supera a la
ficción es cierto. Ayer por la noche contaba yo a un compañero de trabajo lo
que ocurrió en la salida vespera 7ª Ruta “Grumé”
del club Vespeando (Y con el mazo mando) y me decía: “Anda, Pedro, si que
eres exagerado, tampoco es para tanto, si te contara lo que ocurre en mi
asociación de pesca…, la carpa más pequeña pesa 10 kilos y es así de grande”. Y
yo me partía de risa por dentro, qué candidez la de estos pescadores, si son
como niños. Porque si quieres conocer la Mentira (con mayúsculas), la maldad
humana, el descaro insolente, la total y absoluta falta de principios, invito a
toda persona que tenga un vespa, o ni siquiera esto, porque es un club de
vespas en el que sus actividades las puedes disfrutar (léase sufrir) yendo en
coche, en tren o en vespino, a que venga a Vespeando (y con el mazo dando).
Podía empezar la crónica de la
concentración desde el principio, que ya de por sí hubiera dado tema para tres
páginas: es, y lo escribo subrayado, la única asociación de España que
comienza sus actividades antes de lo que tiene previsto. La salida oficial
era a las 12’30 y a las 12’15 tuve que salir detrás de ellos. No quise pensar
mal porque empezar la jornada cavilando intrigas, teniendo tan cercana las
fechas navideñas, no era plan, ni existe maldad suficiente en el mundo para lo que se me pasó por la cabeza que pudieran estar haciendo. Lo demás es lo que todos conocemos, mala gente,
codazos en su cúpula, presentación de dobles cuentas en su tesorería y un
ambiente tan desagradable que hace que todos tengamos una risa nerviosa en
grupo, así como para disimular que lo pasamos bien.
No voy a continuar escribiendo la
crónica por dos motivos, el primero es porque dudo mucho que los directivos del
Vespeando (y con el mazo dando) sepan leer, y, porque esta vez, para que no
quede ninguna duda, afortunadamente contamos con pruebas de vídeo objetivas que
no van a poder ser desmentidas desde la presidencia de ese nido de víboras que
son el Vespeando (y con el mazo dando) Scooter Club.
Por favor juzgad por vosotros
mismos:
Por cierto, Paco, cuando quieras te puedes pasar por casa a por un litro de aceite y un kilo de arroz para el Vespeando (y con el mazo dando) solidario. O para haceros una paella, que es en lo que hacéis con este tipo de ayudas a los necesitados. Ya les di a los paquetes el paseíto desde Aranjuez a Ciempozuelos pasando por Titulcia (¡qué bonito Titulcia y qué grandes tapas las de sus bares!).
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