Crónica de la X ruta Ontígola.


Prometí empezar así, y así lo haré:

-Leí en los anuncios del periódico: “Señorita enseña el búlgaro”, y fui.
-¿Y qué tal?
-Nada, colega, que era un idioma.

Pues así se puede resumir la primera parte de esta ruta Ontígola de vespeandoescuterclub... ¡Que era un museo!, ¡pero de verdad! Después de 50 kilómetros ¡era un museo!
La gente estaba tan “encantada” que ya empezaron a abandonar el grupo, regresando a sus poblaciones donde seguro que tenían cosas más importantes que hacer como ver Juego de tronos o asistir a la deseada junta de vecinos.
Pero por supuesto no quedó ahí la patraña. Cuando ya nos llevan con urgencia a un bar, a la entrada de este, oigo a mis espaldas una voz que dice: “¡Ya está bien, por fin vamos a tomar un botellín!”. Me doy la vuelta para refrendar esas críticas y me encuentro con que el autor es... ¡el mismo presidente organizador!, José María. ¡Esto es el colmo! Él mismo había organizado la encerrona ¡Y se queja! Yo no sé vosotros si encontráis a esta desfachatez un apelativo. A mí no se me ocurre ninguno que encaje y se ajuste a mi exquisita prosa.

La estrella de la X Ruta Ontígola: el Príncipe Africano de las glorietas. Muchas gracias por hacerlo más fácil.


Lo demás lo conocéis. Cuando nos enfilamos a Ciempozuelos, ya a una hora no decente para el almuerzo, las tropas rompieron filas y ¡sálvese quien pueda! ¡El último es un maltrata gatitos! Y esto no es lo peor, sino que cuando estamos esperando la comida, alguien llega y les dice a José María a Moncho y a Cardi. “Vámonos que unos se han quedado tirados”. Estos dos últimos, extrañados contestan: “Imposible, si nosotros éramos los últimos”. Y aquel alguien, guiñando un ojo descaradamente y con una sonrisa, vuelve a decir: “Sí, que se han quedado tirados”. Los tres mencionados devuelven la sonrisa y se marchan del Bodegón. ¿A dónde fueron esa hora? Las buenas lenguas dicen que les vieron comer en el Chirón de Valdemoro, las malas...

El único acierto de la organización de este último engendro fue colocar el el cartel anunciador de la ruta la figura ínclita del Comandante Garcea, que con su elegante estilo de gestionar una curva ha disparado la participación. Sobre todo la femenina, donde hubo record.



Y viene ahora lo más importante:
Luego, tras la comida, fuimos al Figueroa. Allí aparecen nuevos miembros de vespeandoescuterclub, de esos que van en coche a las rutas y beben gintonics poco cargados. Y fue en aquel restaurante, donde se destapó la noticia. Donde fuentes muy cercanas a la presidencia, muy cerc-Ana-s nos indicaron al MAVO, que se está preparando una escisión exclusivista de vespeandoescuterclub. Donde no van a tener cabida el 80 % del grueso de los socios.

Desde el servicio de información de MAVO hemos indagado y, con un desprecio, que aquí hacemos constar, hacia la dirección del vespeandoescuterclub, nos hemos encontrado con esto tan vergonzoso. La intención de crear Vespando Premium (pinchad aquí y avergonzaros conmigo)

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