Salida 12 aniversario. O vamos a atufar ciclistas

 

Cortesía de Manolo



Antes de leer esta crónica (que es la buena, luego vendrá la oficial con buen rollito, arcoíris, unicornios y gente que da de comer a los gatos) me gustaría dar a los nuevos socios un sabio consejo: huid de este club, os lo ruego. Luego será demasiado tarde. Haced lo que la mayoría de los socios fundadores, compraos una moto grande, una piragua o simplemente maquetas de tanques de la Segunda Guerra Mundial. Hay muchas formas mejor de pasar el tiempo de ocio.

Como ya he cumplido con mi conciencia vamos a ello:

En el año 2021, el bendito club Vespeando no coincidió conmigo ninguna salida. No me quejé. Mala suerte. Yo trabajo un fin de semana de cada dos. Pero este año ocurrió algo muy sospechoso: se anunció la salida el día 12 de febrero, ¡Yo estaba libre. Al fin! Pero se acercaba la fecha, cada vez más, y en el foro de Vespeando solo se oían grillos. Llamé a uno de los dirigentes para recordar la agenda del club y me dijo: "Sí, bueno, es verdad... ya, pero es que estamos muy liados..." ¡Les había pillado! Ja, ja, ja. No tenían más narices que convocar a los socios para cumplir su palabra. Aún así, apuraron todo lo que pudieron su malicia (que es infinita) para que el Comandante Garcea no pudiera sacar su Vespa. Aguantaron sus benditos cófanos hasta última hora, aunque con ello se arruinaran su propia salida Aniversario (a ellos les da lo mismo, prefieren quedarse ciegos para que tú te quedes tuerto). Pero saltó la sorpresa: dos clásicos, Carlos y Antonio, se apuntaron en la lista junto al Comandante Garcea. Ahora sí. Todo fue lluvia de inscripciones... Venga a apuntarse... Menos los jefes (claro), que fueron los últimos (consúltese la lista). Llegamos a las veintitantas vespas de gente guapa del mundo del motor y al final los sátrapas se tuvieron que subir al carro y tragarse su orgullo (léase mala leche). "Pero han vendido el éxito como si fuera de ellos" (Maquiavelo, Nicolás, El príncipe, p. 32. Ed: Le Monde, París).

Luego me enteré que Óscar le pasa el cuadrante de mis turnos a los que organizan las salidas para hacerlas coincidir con mi trabajo y que así yo no acuda, y con ello no poder escribir la VERDAD de lo que ocurre en este club Vespeando. ¡Cómo sería su arrepentimiento al ser descubierto, que El Piragüista Veterano me invitó a un gintonic! Sí, lo habéis leído bien, Óscar INVITÓ. Y es que la mala conciencia pesa como una mochila de piedras.

Vamos ya con la celebración del 12 Aniversario Vespeandoescuterclub. La salida estaba organizada..., bueno, ¿organizada? Solo un ejemplo de lo bien que se hace: en Belmonte saludé a un grupo de Vespas que venían de frente ¡Y qué cojones, si éramos nosotros! ¡Qué desastre! Pero eso es solo una anécdota simpática... Lo peor estaba por venir.

Como siempre, el itinerario se decidió a última hora. ¿Por dónde iríamos mejor a nuestro destino, al estanco de Belmonte? Nos pidieron opinión a los sabios, a Ángel y un servidor, y le dijimos que por los pueblos. Pero claro, los sátrapas del club decidieron que no, que por la ruta de las vegas, que se atufan más ciclistas. Yo no entendí eso de atufar ciclistas, luego vi hasta dónde llega la mala leche de los de Vespeandoescuterclub (tanto tiempo sin salir con ellos que no recordaba su malicia). Atufar ciclistas consiste en buscar a estos deportistas sanos del pedal, sobre todo cuando suben cuestas, poner las vespas a su alrededor y dar puño hasta que la mezcla del aceite quemado al 12% les inunda los pulmones mientras pedalean. Lo suficiente para que el lunes tengan que hacerse una resonancia pulmonar de urgencia (por cierto, alguien echó al depósito aceite de girasol ¡Qué olor a palomitas!). Y así hacen. Pardillito que va pedaleando, lo rodean y atufan hasta que los de Vespeandoescuterclub se descojonan. Y claro, por la ruta de las vegas hay más desniveles y, con ello, más sufridos ciclistas. Aunque para ello los amortiguadores de nuestras vespas tengan que quejarse lo indecible con los puñeteros baches, en vez de ir suaves por la ruta de los pueblos que, por cierto, Ángel y yo sugerimos. Lo de atufar ciclistas es un buen ejemplo de las actividades del Vespeando y "con el mazo dando" (De Torquemada, Tomás, El golpe de la Inquisición, p. 12. Ed: Pelícano. Barcelona)

Después de atufar ciclistas llegamos a Belmonte, a la bodega de Juanjo, única buena persona con la que nos juntamos. Es vespero, pero de los buenos, los que no se uniría con nuestro club jamás. Nos invitó a unos vinos, y alguno ya salió cantando el Asturias patria querida. Pero por el queso, que estaba muy curado.

Aún en Belmonte. Hubo una cosa extraña. Pasaba mucha más gente al estanco, que al bar de moteros tan apañado y con tan buenas tapas que habíamos elegido para el segundo avituallamiento. Pero estos del Vespeando son tíos muy raros. Socios que no fumaban salían con el paquete de tabaco en la mano, el paquete además duro, que es más caro. Otros compraban mecheros, caramelos, postales de Belmonte o echaban la primitiva. "Pero, tú fumas": le pregunté a uno de ellos que nuca había visto con un cigarrillo. Y me contestó: "Lo había dejado, pero, joder, ¡Qué mal lo he pasado estos veinte años!". Por un momento fue el estanco más concurrido de la comunidad de Madrid. Yo pensé: esto es que sus mujeres no les dejan fumar en casa y aprovechan en las salidas del club para hacerlo (Por cierto, cuando se termina la ruta podéis quitar la ubicación a tiempo real del Whatsapp, varias ubicaciones de socios se mantuvieron por la tarde tres horas en el Km. 56'400 de la nacional IV , aunque uno solo empleó diez minutos, con copa y todo).

Pero se ve que la salida es un artificio, pura propaganda. La avería que tuvo Kike estaba preparada para que fuera Paco el accidentado, pero como se tuvo que ir, al final acordaron estropearle la moto a Kike y así nuestro presidente se pudiera hacer las fotos de salvador del mundo, de ser una persona necesaria, a lo Kim Jong-un, fotos de él manchándose las manos, con aspecto de currante, de proletario de la Vespa (ahora me explico los 72 votos que obtuvo cuando solo hay 58 socios). Por cierto, usó las herramientas y la bujía de Carlos, no sea que las suyas se fueran a desgastar. Y la bujías están carísimas.

Un aplauso para nuestro amado líder

No me extiendo más. Vuelta a Aranjuez atufando algún ciclista más. Y lo típico, yo vuelvo el primero del grupo y ya hay gente en el bar con el segundo botellín (esto que me lo expliquen). Todo estaba muy preparado para tomar un pincho en sociedad, el bar estaba avisado desde hacía más de una semana para que nos cocinaran unas puches y tuviera la cerveza fría. Ana, por supuesto, vestida elegantemente, ya estaba allí porque había quedado con el presi para comer en el Aguatinta (ahora sé donde van los 30 euros que pagué por la salida 12 Aniversario). 

Y luego lo que suele ocurrir, nos vamos yendo: uno que se va a Zara a pasar la tarde con su mujer, así, sin dormir la siesta (joder, qué envidia nos dio). Otro que había quedado con la novia, pero que al final dijo que ella podía esperar (ojo lo que te gusta la cerveza sin alcohol...), por cierto, por él tuvimos que repetir la foto de los últimos de Filipinas. La de los güenos, güenos y los del Atleti (bueno, también Óscar, pero es que tenía que pagar).

Una sugerencia para la organización: la parada urinario. Ya las próstatas están un poco... como nuestras Vespas.

Gracias a todos por la salida. Me encantó. Pasó todo lo que tenía que pasar, volvimos a ser una familia. Bienvenidos a los nuevos. El ambiente inmejorable, el día fantástico. Os quiero. Esta vez gracias especiales a Paco, un tío con muchos recursos. Un lujo tenerte con nosotros. Bueno y al presi también, que ojo lo que me tiene que aguantar. Besos y abrazos.



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